Te contamos algunas particularidades de estas simpáticas criaturas:

Sus oídos:  aunque no tienen orejas externas, las tortugas de tierra tienen una audición sorprendente. Pueden detectar vibraciones y sonidos de baja frecuencia, lo que les ayuda a detectar peligros y encontrar comida.

Visión en colores: si bien no tienen una visión tan aguda como los humanos, pueden percibir ciertos colores, especialmente los tonos de rojo, amarillo y verde.

Sensibilidad en el caparazón: el caparazón de las tortugas de tierra es una estructura compleja que no solo les proporciona protección, sino que también es sensible al tacto y a la presión. Pueden sentir cuando alguien toca o golpea su caparazón, lo que les permite reaccionar ante posibles amenazas. Y por esta misma sensibilidad, muchas disfrutan de las caricias suaves y delicadas en esta zona, siempre que sea con suavidad para no asustarlas y sin generar presión.

Sabías esto de las tortugas? Recordá que son animales que viven mucho tiempo, así que cuidar de ellas es un compromiso a largo plazo. Con amor y atención adecuada, tu tortuga puede ser una compañera maravillosa durante muchos años.