Siempre y cuando sea bajo supervisión, los huesos carnosos crudos son un excelente complemento para la dieta de tu perro. Son seguros, ricos en nutrientes como colágeno, calcio y fósforo, y ¡a ellos les encantan!

Es importante elegir un hueso del tamaño adecuado para tu perro, evitando que pueda tragárselo entero. Además, no se los des cuando tengan hambre para evitar que se desesperen. ¡Mejor después de comer!

Darles huesos crudos no solo es un entretenimiento, sino que también les ayuda a mantener una mejor higiene bucal, limpiando sus dientes de forma natural mientras mastican.

Si estás considerando migrar a una dieta BARF (alimentación cruda), asegúrate de consultar primero con tu veterinario de confianza. Recuerda que nuestras recomendaciones son informativas y es importante conocer el estado de salud de tu mascota antes de realizar cambios en su alimentación.

❌ ¡Ojo! Evita darles huesos cocidos, ya que pueden astillarse y causar graves daños internos. Esto es especialmente importante si tu perro tiene problemas de sobrepeso, hepáticos o hipertiroidismo. ¡La seguridad de tu peludo es lo primero! 🐶💖