Realiza paseos a primera hora de la mañana o por la nochecita cuando baja el sol. Si no puedes elegir la hora del paseo y necesitas que haga sus necesidades, haz un paseo corto, por la sombra, remójale las almohadillas antes de salir y durante el recorrido para que baje su temperatura corporal.

Escoge caminos con sombra, evita el asfalto caliente, mejor los suelos más frescos de tierra, pasto, veredas con árboles, etc.

Debemos cuidar que no se queme, ni lastime las almohadillas de sus patas, por eso es tan importante el horario y la temperatura del suelo. Para tener una idea, el asfalto suele tener el doble de la temperatura ambiente. Antes de sacarlo a pasear, haz la prueba para saber si es apto para transitar con tu mascota, pon el dorso de la mano sobre el asfalto entre 5 y 10 segundos, si lo puedes tolerar bien, puedes dar el paseo, en cambio, si te quema, se quemarán sus patitas. En ese caso, mejor esperar a que baje un poco más la temperatura.

Lleva contigo siempre agua fresca, no fría, para refrescarlo y darle de beber.