Los gatos son compañeros excepcionales y si alguien está atravesando momentos difíciles anímicamente compartir su vida con un gato, puede ayudarle a sentirse mejor. Está comprobado que el vínculo humano – animal se hace más fuerte en circunstancias adversas, ya que, ante situaciones de depresión, duelos, enfermedad, o en situaciones de crisis, vincularnos con un gato ayuda a salir del problema en sí mismo, estimula positivamente a concentrarnos en el vínculo entre ambos y en lo que la compañía felina provoca.

Existen asociaciones que brindan este tipo de terapias asistidas por gatos y en ocasiones, este tipo de terapias son incorporadas en geriátricos, hospitales, centros de día, etc.

Los gatos al ser seres tranquilos y pacientes, trasmiten esa energía y van vinculándose a través de las caricias, los ronroneos, el amasar con sus patas o simplemente dormir en el regazo o en los pies, sentir su compañía, el estar ahí para otro es beneficioso para la salud física, mental y emocional.

Ayuda a mejorar la calidad de vida de personas adultas mayores, a reducir el estrés y a gestionar mejor las emociones en niños y adolescentes. Ya que con ellos se vivencia, el compañerismo, el apego seguro y el vincularnos.

Si aún no crees en sus múltiples beneficios, hay hogares de gatos que abren sus puertas como cafés, ofreciendo desayunos o meriendas para que puedas tener la vivencia de compartir un momento gatuno y viver la experiencia de lo que estos seres provocan.