Establece una rutina de paseo diario para que el perro se acostumbre a la frecuencia y a los horarios.

Preferir el arnés al collar.

Son recomendables las correas largas y fijas de al menos un metro y medio de largo, así puedes enseñar a tu perro a no tirar y caminar sin tensión.

Debemos marcar que no avanzaremos si tira de la correa, en ese caso paramos y esperamos que la correa se afloje, recién en ese momento retomamos la caminata.

Si sigue tironeando, volvemos a frenar para que entienda que no vamos a caminar si tira de la correa.

Lo importante es que la correa este relajada y colgante, para que el perro pueda ir andando sin tensión.

Podemos llevar algunos snacks para premiarlo cuando camina a un ritmo tranquilo, no todo el tiempo, así no relaciona únicamente lo que está bien con un bocado.

Las felicitaciones pueden ser con mimos y palabras cariñosas, no siempre con golosinas, es importante educar en el refuerzo positivo las conductas aprendidas y no por medio de castigos como se creía antiguamente.

Con paciencia y constancia aprenderá a pasear sin tirones.

Es muy importante sostener la rutina cotidianamente para que la incorpore.

Es momento de que tu perro aprenda a caminar sin tironear y ambos disfruten del paseo.