De repente notamos que nuestro gato tiene comportamientos diferentes más compulsivos y/o nerviosos:

– Orina fuera de su caja sanitaria o en lugares raros que antes no lo hacía.

– Se acicala de manera excesiva

– Tiene maullidos más fuertes y llamativos.

– Conductas agresivas como morder o atacar.

Todos demuestran cierta ansiedad y estrés.

Pero, ¿Qué podría causarle estos cambios en el comportamiento?

A veces una mudanza, un cambio en la rutina cotidiana o dentro del hogar, como la llegada de un integrante a la familia o la ausencia de alguien, puede generarles mucha ansiedad y estrés.

Muchos son exigentes con la limpieza de su arenero y puede reaccionar así como llamado de atención.

Aburrimiento sobre todo en cachorros que necesitan más estímulos y gastar energías, si no están motivados en su ambiente con actividad, juegos, rascadores, etc., pueden manifestar ese malestar.

Lo que puedes hacer es crear un entorno cómodo donde el gato se sienta seguro.

Muchos síntomas pueden menguar con los días, una vez que se habitué a la nueva situación o reciba más atención, pero si las malas conductas  persisten, consúltalo con tu médico veterinario de confianza.