Los masajes son un mimo y un beneficio tanto para nosotros como también para nuestro perro, si tienes un can ansioso… algo inquieto prueba con hacerle unos masajes para relajarlo y tranquilizarlo, verás que los cambios en su comportamiento son increíbles.

Para ello elije el momento, elije un ambiente tranquilo y cuando él decide echarse un rato es el momento ideal, no le hagas masajes cuando esté alterado, tampoco si no se siente bien. Debe ser un momento de disfrute que les dé bienestar a ambos.

Primero acaricia a tu perro en los lugares donde sabes que más le gusta: su cabeza, panza y espalda suavemente.

Una vez que sientes que se predispone, puedes comenzar desde el hocico hasta el cuello caminando con las yemas de los dedos haciendo un masaje suave. Dale pequeños círculos a los lados de la cara, sobre su cabeza y sus orejas, con la yema de los dedos primero y con el resto de la mano después.

Detente luego en la zona del cuello (quítale el collar), masajea delicadamente con movimientos circulares y baja entre los hombros.

Los masajes mejoran el vínculo del perro con su dueño al conectarlos a través de las caricias y el lenguaje, es importante que le hables con un tono acorde para ayudarlo a relajarse, acompañando el momento de conexión entre ambos.

Pueden acompañar el momento con una playlist de música relajante, te dejamos una de recomendación: https://www.youtube.com/watch?v=gt6aturHArU

Si ya sabes que tu perro disfruta de los masajes es una linda actividad para que aprendan a hacer los niños ya que es beneficioso para ambos en sentido físico y emocional, mejora el vínculo y ayuda a bajar la ansiedad, siempre haciéndolo suavemente sin lastimar ni presionar. Y lo recomendamos sólo si tu perro ya sabes que disfruta de ese momento.

Volviendo al masaje, masajea también la espalda del perro con movimientos circulares pasando los dedos a cada lado de la columna vertebral.

Cuando llegues a sus patas, observa la reacción, a algunos perros no les gusta que les toquen las patas, si vez que no se encoge ni las sacude masajéalas de arriba hacia abajo. Haz lo mismo en la zona del pecho.

Observa la reacción de tu perro si al tocar ciertos lugares llora, se molesta, tiene un bulto o una herida que no habías detectado puede tener algún problema de salud que deberás consultar con su  médico veterinario de confianza.

Observa si le gusta el masaje, ve probando primero unos 5 minutos o menos, si le agrada puedes ir sumando unos minutos más cada vez, 10 minutos es más que suficiente para hacer que tu peludo se sienta relajado. En cambio si se encoge, se pone rígido o te gruñe es obvio que no está cómodo, prueba con caricias más suaves, si el animal sigue incómodo no lo fuerces. En el próximo control consúltale a tu veterinario.

Ya haz probado hacerle masajes? Cuéntanos cuál es tu técnica? Tienes una playlist favorita para tu perro? Te leemos!