Es el fin de la era de perros contra gatos.

Los hechos nos demostraron que no son enemigos, que incluso pueden convivir amorosamente, que tienen mucho en común y que se complementan.
Pero lo que también es cierto es que son especies esencialmente distintas.

Por personalidad, por cuidados, por tiempo que requieren, por espacio, y por muchas razones, es posible que te preguntes: ¿cuál es para mí?

Elementos a considerar a la hora de elegir: ¿PERRO o GATO?

  • Espacio:

Los perros por tamaño y comportamiento suelen necesitar más espacio. Prefieren casas en vez de departamento, y los jardines y patios son claves para su actividad física. Aunque sean perros pequeños, necesitan paseos y espacio para gastar energía y divertirse. Los gatos, en cambio, se adaptan a casi cualquier espacio, grande o pequeño. Incluso es posible que un departamento pequeño les sea más acogedor y evite que se escapen o pierdan.

  • Atención:

Si alguna vez has tenido un perro ya sabés que su demanda de atención, juegos y cariño suele ser constante. Aunque existen distintas razas y tipos de perros, en general todos demandan al menos una o dos horas diarias con ellos, en especial para salir a pasear y ejercitarse. Los gatos son buenos compañeros pero tienden a ser independientes y puede que incluso no notes su presencia por unas cuantas horas (¡duermen unas 20 por día!). Si vives solo y tienes poco tiempo, un gato puede adaptarse mejor a tu agenda.

  • Familia

El entorno de la mascota también es importante a la hora de elegir entre perro y gato. Para los niños un perro puede representar una oportunidad de jugar, aprender, interactuar y desarrollar hábitos. Los gatos son menos dependientes e “interactivos”, y aunque se adaptan fácilmente a la vida en familia, en ocasiones muestran comportamientos más impredecibles con niños chiquitos.

  • Veterinario

Tanto perros como gatos necesitan de visitas periódicas al veterinario para vacunas, chequeos y seguimiento. Sin embargo, para los gatos suele ser suficiente una visita anual y atención a pulgas y parásitos en el día a día. Los perros, por su naturaleza más inquieta, pueden requerir más chequeos médicos por golpes en extremidades, revisión de dentadura, etc.

  • Costos

Tener una mascota implica una inversión de tiempo pero usualmente también de dinero. Es importante saber que el alimento, costos veterinarios y de internación (si fuese necesario) y de medicamentos suele ser más elevado en el caso de los perros que los gatos.

  • Higiene

Es sabido por muchos que los gatos son muy aseados y se limpian solos varias veces por día, no necesitan baños. Los perros, en cambio, necesitan que sus dueños lo hagan por ellos, pero esto puede representar una oportunidad de juego e interacción agradable.

  • Independencia

Si buscas una mascota independiente, el gato es tu mejor compañero. La gran mayoría de ellos puede sobrellevar el día sin problemas solo mientras cuente con refugio, alimento y caja sanitaria. Los perros, en cambio, además de necesitar paseos periódicos te esperan con ansias y disfrutan de la interacción constante con los humanos. Sobre la base del tiempo y dedicación que puedas brindar, podrás tomar la mejor decisión.