Nuestras mascotas son parte la familia y por eso cuando se presenta una situación como un viaje de negocios, trabajo o turismo o incluso una mudanza a otro país, es difícil saber cómo actuar. ¿Es lo mejor llevarla contigo? ¿Hay lugares especializados para que la cuiden mientras no estás? ¿Pueden soportar viajes largos?

Esta y otras preguntas las respondemos en este artículo.

¿Viajar con o sin mascota?

Esta pregunta es la primera y principal a resolver. Si tan sólo viajas de vacaciones por unos días o semanas, usualmente la mejor opción es intentar encontrar una persona o guardería para que cuide de ella. Estas alternativas evitan estrés, trámites y problemas que se suman a los que te ocupan los días previos a un viaje. En cambio, si se trata de un viaje largo o una mudanza a otra ciudad o país, esa es una buena oportunidad para considerar llevar a tu mascota o darla en adopción a otra persona.

¿Puedo viajar con mi mascota en avión? ¿Qué trámites son necesarios?

En este caso, depende de la aerolínea y tipo de vuelo. Hoy en día casi todas las aerolíneas permiten que tu mascota viaje en bodega (cuarto de equipajes) con una serie de recaudos como una caja transportadora. Junto con asesoramiento veterinario deberás determinar si es deseable que ingiera un calmante durante el vuelo (en especial si es largo) para reducir el estrés. Incluso algunas, si tu perro o gato es pequeño te permitirán llevarlo en cabina, siempre y cuando puedas asegurar que no representa ningún peligro. Sin embargo, las aerolíneas y aduanas (en especial si te mudas con tu mascota a un nuevo destino) requerirán documentos veterinarios y autorizaciones de entidades estatales que confirmen que tu mascota puede ingresar al país.

Si viajo por poco tiempo, ¿cuál es la mejor opción para cuidar de mi mascota?

Para la mayoría de las mascotas permanecer en su hogar reduce estrés y angustia y siempre es la opción deseable. De hecho, tu ausencia puede suponer cierta depresión que se incrementa si además debes cambiar a tu perro o gato de casa mientras no estés. Teniendo en cuenta esto, el mejor escenario es procurar que una persona familiar o amigo pueda ir a cuidar de tu mascota a diario, asegurando de que todo se mantenga lo más “normal” posible. En segunda instancia, si debes mover a tu mascota de locación, es ideal que puedas llevarla a alguna casa que ya le sea conocida y en donde la convivencia con otros miembros (humanos o animales) sea lo más amigable posible. Si todo falla, existen guarderías especializadas que pueden brindar cuidados, amor y permitirte hacer un seguimiento a diario. Como desventajas, estos lugares suelen ser costosos y en la mayoría de los casos requieren convivencia con otros perros o gatos. Una opción alternativa es costear a un cuidador a domicilio, que suelen ser personas con muy buen trato de animales y que visitarán tu casa a diario para cuidar a tu mascota.

¿Puede adaptarse mi mascota a un nuevo hogar/ciudad/país?

La respuesta rápida es sí. Nuestras mascotas cuentan con nosotros y dependen de nuestros cuidados. De modo que si surge una oportunidad laboral o de vida en otra parte del mundo, siempre la mejor opción es prolongar tu compromiso como dueño y llevarla contigo. Esto implica una cuota extra en cuanto a traslados, adaptación y trámites, pero a mediano plazo perros y gatos pueden cambiar de hogar y adaptarse sin mayores problemas.

¿Y si no puedo llevarla?

De todos modos, puede darse la situación de que tu nuevo hogar no admita mascotas o por otros motivos no exista la opción de que te acompañe en tu nuevo destino. Por más triste que esta realidad resulte, la mejor decisión es asegurarte de que tu perro o gato encuentre un hogar feliz y responsable antes de irte. Sería ideal que puedas continuar en contacto o al menos hacer un seguimiento periódico. Entonces, planifica con anticipación, contacta amigos y familiares o difunde la historia a través de Internet para procurar que tu mascota reciba amor y cuidados.
Refugios y protectoras no son una opción para este caso, ya que suelen estar colapsados y no cuentan con recursos, y en la mayoría de los casos no existen establecimientos gubernamentales tampoco.