Todos hemos visto alguna vez una caricatura de un gato huyendo por todos los medios de un baño de jabón. Hasta es posible que nos haya parecido divertido y hayamos asociado el baño de los gatos con una situación feroz y frustrante.

A estas alturas está claro que casi ningún gato disfruta del contacto con el agua. Pero, la pregunta es: ¿necesitan de verdad los gatos bañarse?

Un dato relevante a tener en cuenta primero es que el pavor de los felinos por el agua no tiene tanto que ver con la aversión hacia el baño en sí, sino con el temor por lo desconocido que los acompaña ancestralmente. Esto significa que todo lo que representa sensaciones nuevas o raras les provoca rechazo por definición.

Pero atención: algunos gatos ya sea por costumbre o por vivir cerca de fuentes de agua naturales consiguen acostumbrarse a mojarse e incluso unos pocos nadan con gusto. Como sabemos, sin embargo, no tiene sentido forzarlos al baño, sino que ellos siguen sus propias reglas y tiempos.

Volviendo al tema que nos ocupa: ¿es recomendable bañar a tu gato?

La respuesta fácil es NO. Los gatos domésticos destinan unas 8 horas diarias a acicalarse y bañarse solos (ya habrás observado cuánto tiempo pasan lamiéndose todo el cuerpo). Por este motivo, no necesitan ni necesitarán agua y jabón para mantenerse limpios. Incluso muchos de ellos se sentirán a disgusto si los bañas y volverán a bañarse con su propia lengua por completo.

Es posible que en publicidades o tiendas de productos para las mascotas encuentres shampoo para gatos y te sientas sentado, pero lo cierto es que son innecesarios y sólo te harán perder dinero extra.

Existen casos excepcionales en los cuales podría recomendarse un baño:

  • un gato que pase muchas horas fuera de casa en la calle o en otros espacios que puedan estar sucios y ser peligroso (aunque en estas circunstancias también es preciso evaluar si es seguro para tu mascota estar fuera de casa)
  • un gato con enfermedades o contaminaciones de la piel en los cuales el veterinario recomiende baños con productos especiales medicinales

Si tu gato no se ajusta a ninguno de estos casos, no sufras ni le provoques sufrimiento: ¡no lo bañes!